Tras vuestra petición, os traemos un gravy vegetal que puedes hacer con ingredientes que seguro que tienes en la cocina. Es una receta fácil, llena de sabor y mucho más saludable que la original.
¿Quieres saber cómo hacerlo? ¡Sigue leyendo!
Como algunos sabéis, Peter es inglés y vivimos en Reino Unido, así que el gravy o lo que se puede traducir como ‘jugo de carne’, es muy famoso aquí como salsa para echar por encima de su plato estrella: Sunday Roast o en castellano, carne al horno con verduras.
Aquí el gravy lo puedes comprar en el supermercado ya hecho, solamente necesitas el producto y agua hirviendo para hacerlo al instante. Sin embargo, como sabemos que en España no lo podéis encontrar, vamos a hacerlo casero, que está incluso más bueno.
Y os preguntaréis, ¿cómo es posible que hagamos esta salsa sin utilizar carne, cuando literalmente, es salsa de carne?
Pues os sorprenderá saber que, muchos de los productos gravy que venden en el supermercado están hechos con verduras. No todos, pero la gran mayoría, aunque luego los venden como “gravy de pollo” o “gravy de carne”.
Para hacer el gravy, podemos usar las sobras de las verduras que hemos usado para hacer un plato o verduras que estén muy maduras.
No es una receta exacta, ya que dependerá de qué tipo y cuántas verduras utilicéis, pero os enseñaremos cómo hacerlo.
¡Esperamos que os guste! Es una receta
Fácil
Deliciosa
Llena de sabor
Versátil
Práctica
Se mantiene en la nevera 2-3 días
Una salsa perfecta que puedes añadir como acompañamiento a todo tipo de recetas, como patatas asadas, albóndigas, asados, wellington etc.
Gravy Vegano
Una salsa versátil y perfecta para cualquier tipo de receta
- 1 cebolla mediana
- 1 cabeza de ajos
- 2 zanahorias
- 1 taza calabaza
- 10 setas shiitake deshidratadas (o frescas)
- 3 cucharadas aceite de oliva
- ⅓ cucharadita pimienta negra
- 1 rama romero
- 3 cucharadas vino rojo
- 3 tazas caldo vegetal
- 2 cucharadas tomillo
- 1 cucharada harina
- Sal (a gusto)
Si utilizas setas shiitake deshidratadas, remójalas con agua hirviendo para hidratarlas.
Cortamos estas verduras y las ponemos en un recipiente para el horno.
Las cubrimos con aceite de oliva, romero fresco, pimienta negra y la mitad del jugo donde hemos remojado las setas antes de meterlas al horno durante 30-40 minutos a 220ºC. Lo que intentaremos es caramelizar las verduras, por lo que se pegarán un poco al recipiente.
Tras ello, sacamos el recipiente y vamos lo ponemos a fuego medio mientras añadimos los demás ingredientes.
Añadimos el resto del jugo de las setas, una taza de caldo vegetal y removemos todas las verduras, que estarán un poco pegadas al recipiente.
Echamos 3 cucharadas de vino rojo, 2 tazas de caldo vegetal, dos cucharadas de tomillo y una cucharada de harina para que se espese.
Lo removemos todo bien y lo dejamos al fuego un minuto más.
Colamos la salsa y la añadimos a una olla para dejarla a fuego medio 3 minutos más.
Removemos la salsa bien para que la harina se incorpore del todo y por último ajustamos las especias.
- Puedes usar las sobras de verduras que has utilizado al hacer otra receta.
- El caldo vegetal lo puedes hacer casero poniendo a fuego medio durante una hora sobras de verduras (cebolla, ajos, zanahorias, calabaza etc) con sal, tomillo, hiervas provenzales, pimienta negra y albahaca.
- Como decíamos, no es una receta exacta, todo dependerá de cuantas verduras uséis, así que cuando metáis las verduras al horno, echad un vistazo de vez en cuando para ver si están caramelizadas.
- La puedes servir encima de verduras, patatas al horno, asados…
Nosotros esta vez lo servimos con brócoli, zanahoria, calabaza, puré de patata y patatas al horno, es uno de nuestros platos favoritos.